Por Carlos Chablé Mendoza
Cronista
Hirán Sánchez es bien conocido por los amantes del teatro en Carrillo Puerto, hace unos días nos premió de nuevo con una de sus obras. Ahora se trató del Ensayo sobre Gertrudis, antes fueron La Historia del Popol Wu y El Quijote. Lo hemos visto como parte del grupo La Bambalina y entonces como ahora logra reunir a un elenco joven a la altura de lo que me parece es una de sus máximas aspiraciones: hacer teatro con vocación, creatividad y buen gusto, un teatro que sea útil y que deleite al público.
Es un dramaturgo quintanarroense que se empeña y encuentra en su búsqueda los respaldos que lo ayuden a concretar sus ideas e iniciativas. Claro que el tiene lo principal, pero muchas veces o la mayoría de las veces, para ser exactos, se requiere del apoyo institucional.
Ensayo sobre Gertrudis nos recordó, a quienes hemos incursionado por el teatro, precisamente aquel teatro necesario y oportuno que busca satisfacer y estar a la altura de proyectos relacionados con el despertar de conciencias y el cambio social. En un escenario sencillo y pulcro, con una abundante muestra de creatividad, con claridad en el mensaje que se quiere dar y con el gusto de hacer cosas bellas; con su talento e imaginación, con su capacidad y hermosura, los jóvenes integrantes de la Compañía de Teatro El Monociclo llevan al publico hacia estadios diversos en el tiempo, en el espacio y en al animo cambiante de las personas.
Y es que hacer teatro para el ciudadano común es un verdadero reto que El Monociclo supo abordar de manera magistral con esta obra presentada hace unos días en la Casa de la Cultura de Felipe Carrillo Puerto. A Hirán lo hemos visto trabajar con actores distintos en varios de sus montajes, con públicos diversos…y siempre acabamos reconociendo con nuestros aplausos y comentarios su importante labor, y además, pidiéndole que siga compartiendo sus iniciativas aquí con nosotros en la capital de la cultura maya en Quintana Roo.
Ellos robaron nuestra historia…y siguen…
Sujétate de los brazos de los abuelos que siempre amaron esta tierra
…Con el poder del maíz y la fuerza interminable de la lluvia.
Estas y otras frases dichas por los muchachos y muchachas de El Monociclo quedaron seguramente grabadas en la memoria del público. La contundencia de su actuar, de su decir con claridad y su ademán seguro no solo actualizaron la experiencia y el testimonio de Gertrudis Bocanegra Mendoza * como mujer insurgente, sino que llevaron nuestra atención hacia el tema de la equidad de género. Con su interpretación marcada por el desparpajo juvenil nos hicieron ver a los adultos una realidad inmutable: son y seguirán siendo los jóvenes la esperanza, pues ellos y solo ellos han hecho realidad las mejores reformas y revoluciones en el mundo ayer, hoy y mañana. La manera de concluir la obra fue sencillamente extraordinaria: un mensaje a la sociedad pronunciado en cuatro idiomas, ingles, francés, español y maya, en el que se destacó el testimonio y ejemplo de Gertrudis Bocanegra Mendoza, mujer insurgente que llegó al sacrificio con la convicción de que la causa libertaria triunfaría finalmente.
Ojalá que otras instituciones educativas y culturales, ayuntamientos, empresas y asociaciones de mexicanos patriotas sigan el ejemplo de la Universidad Tecnológica de Cancún y continúen apoyando para que este trabajo llegue a más público en colonias y comunidades del estado. Sería una excelente forma de celebrar el Bicentenario.
Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, 3 de septiembre de 2010.
*María Gertrudis Bocanegra (Pátzcuaro, Michoacán)
María Gertrudis Bocanegra Mendoza, incansable luchadora social que contribuyó a la independencia de nuestra patria, con su inquebrantable ideología libertaria que jamás abandonó.
Gertrudis Bocanegra nació el 11 de abril de 1765 en la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán, en la sociedad colonial de la Nueva España, en un periodo lleno de contrastes, injusticias y antagonismos. Por un lado, un mundo colonial que se desmoronaba con gran rapidez por la enorme desigualdad social, y por el otro, uno nuevo que emergía lleno de sangre, aspiraciones y dolor, contagiado por las ideas libertarias que ya no admitían el coloniaje extranjero, el racismo y la esclavitud.
Su trayectoria desde muy joven, sin duda brillante, esmerada al estudio, permitió que por sus manos hayan pasado libros que la fueron inclinando a los ideales libertarios, que más tarde aplicará con valentía y patriotismo en defensa de los más legítimos intereses de la causa independentista.
El haber sido hija de padres españoles, Pedro Javier Bocanegra y Felicia Mendoza, no fue motivo para que se sumara a lucha de independencia, como tampoco lo sería el contraer matrimonio con Pedro Advíncula de la Vega, joven soldado del regimiento provincial, quien más tarde serviría a los intereses de la Patria.
Siempre activa al frente de la familia, se convirtió en eficaz e incansable correo insurgente de la región Pátzcuaro-Tacámbaro; logró con su capacidad organizar toda una red de comunicaciones con la efectividad, discreción y agilidad que se requería para la lucha libertaria, papel que las mujeres jugaron con gran relevancia.
Fue enviada a su natal Pátzcuaro en la dolorosa etapa en que el movimiento libertario se resistía a abandonar la lucha por consolidar la nación mexicana; su misión consistió, aprovechando sus cualidades de mando y el conocimiento del medio, en organizar las fuerzas insurgentes y facilitar la entrada a su ciudad.
Con su habitual decisión, comenzó allegándose información del estado que guardaba la situación. Trató de convencer a los simpatizantes de la insurgencia para sumarlos a otros grupos, incluso intento convencer a fracciones del ejército realista a que se agregaran al bando libertario, pero fue traicionada por una de las gentes en quien confió.
Apresada, sufrió terribles interrogatorios para que delatara a sus compañeros, pero Gertrudis jamás emitió palabra alguna que pusiera en riesgo el movimiento libertario, conservando su temple y fortaleza que la caracterizaron a lo largo de su vida, en aquellos difíciles momentos en que las amenazas y la presión se cernían sobre ella. Sujeta a proceso fue sentenciada y fusilada al pie de un fresno de la Plaza Mayor, hoy Vasco de Quiroga, el 11 de octubre de 1817.
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