Palabras más palabras menos esto fue lo q platiqué con los jóvenes:
Para hablar de la venta de mayas como esclavos a Cuba es necesario recordar la resistencia maya a la invasión y colonización, de la llamada “guerra de castas” o Levantamiento Maya de 1847 iniciada para resistir al despojo y la explotación, así como de Santa Cruz Xbáalam Naj como capital del territorio maya q hoy es el estado de Quintana Roo. Así, recordamos que dentre 1516/1517 ocurrió el descubrimiento y llegada de los españoles a Cabo Catoche e Isla Mujeres , a las costas de lo q hoy es Quintana Roo. Que entre 1519-1521 los invasores españoles lograron la conquista de Tenochtitlán y q fue hasta 1527 que pudieron iniciar la conquista de lo q hoy es QR y que esta esto lo lograron hasta 1544 .
La resistencia maya fue casi permanente, en 1697 cae Petén Itzá en manos españolas y los levantamientos continuaron, así en 1761 ocurre el levantamiento de Kisteil , prolegómeno del de 1847.
Desde 1845 la península de Yucatán fue dividida en cinco departamentos: Mérida, Valladolid, Izamal, Tekax y Campeche. En ese tiempo Yucatán abarcaba el territorio de los actuales estados de: Yucatán, Campeche y Quintana Roo. En 1847 ocurre el Levantamiento Maya q procuraba impedir q continuara el despojo de su territorio frente al avance de la creación de fincas y haciendas. Eran los tiempos del naciente capitalismo en los q la tierra sería convertida en propiedad privada cuando para los mayas la tierra era de todos y trabajada en forma colectiva.
Ante el avance del levantamiento maya en noviembre de 1848 el gobierno yucateco emitió un DECRETO Q PERMITE LA VENTA DE MAYAS A HACENDADOS AZUCAREROS DE CUBA. Se disfraza esta trata con la apariencia de contratos para trabajar voluntariamente en fincas e ingenios azucareros. Así en marzo de 1849 ocurre el primer DESTIERRO DE 140 MAYAS. Este tráfico inhumano no tendría fin hasta 1861.
En octubre de 1855 el entonces ministro de relaciones exteriores de México, Melchor Ocampo emitió una circular dirigida al gobernador de Yucatán, Pedro de Ampudia, condenando y prohibiendo al mismo tiempo “al infame, execrable, vergonzoso, punible y horrible tráfico de mayas a Cuba”. No se logró en ese momento por el contrario. Se calcula que entre 1849 a 1861 fueron llevados contra su voluntad a la isla de Cuba cerca de 2,000 indígenas mayas y mestizos en edad productiva, es decir, entre los 12 y los 30 años.
Fue hasta mayo de 1861 cuando el presidente Benito Juárez García dio por terminado el tráfico de indígenas mayas y mestizos de Yucatán hacia Cuba, donde trabajaron en plantaciones de azúcar.
El comercio de indígenas mayas fue un tema abordado por diversos autores, entre ellos el periodista Carlos Menéndez González en su libro “Historia del infame y vergonzoso comercio de indios vendidos a los esclavistas de Cuba por los políticos yucatecos, de 1848 hasta 1861”, que fue publicado en Mérida en 1923. En 1925 publicó también “Las memorias de Buenaventura Vivó y la venta de indios yucatecos en Cuba”.
El historiador yucateco Jorge Victoria Ojeda refiere que los mayas no llegaron a cubrir numéricamente las expectativas de los traficantes antillanos, pero sí desataron la codicia de los yucatecos, al grado de que ante la imposibilidad de aprehender a los indios mayas rebeldes optaron por secuestrar y vender a los mayas que les habían permanecido fieles y pacíficos.
Es probable que cada uno de los esclavos haya sido vendido en 25 pesos oro de esa época.
No obstante y aún con el decreto del presidente Juárez para prohibir el comercio de personas de Yucatán a cuba, es probable que la difusión del henequén haya frenado con mayor intensidad este tráfico, pues se necesitaron grandes volúmenes de mano de obra para estas nuevas plantaciones. El trafico llegó a ser feroz pues eran llevados hasta cien mayas por mes embarcados en los puertos de Sisal, Rio Lagartos, cdad del Carmen, Islas Mujeres y Cozumel. Llegaron a cotizarse hasta en 120 pesos los adultos, 80 por mujer y 60 por niño de 6 a 10 años.
Qué sucedió con ellos o sus descendientes.
A través de un reportaje de Homero Campa en la revista Proceso, 9 de abril de 1994 nos enteramos de lo siguiente: Por las calles de La Habana sus rasgos indígenas los delatan: baja estatura, cabello negro y lacio, rostros morenos y redondos. Les llaman “yucatecos” Ellos se consideran “mexicanos” Son en realidad ciudadanos cubanos Tienen, empero, un origen común: la cultura maya.
Hoy sobreviven unos cuantos están regados por toda la isla. Sólo siete familias se conservan juntas Viven en humildes casas, en cuyo exterior cuelgan sus hamacas Cultivan la tierra y, ocasionalmente, comen atole, tamales y tortillas de maíz Forman una comunidad a las faldas de las Lomas del Grillo, unos 70 kilómetros de La Habana Es el último reducto de una cultura que sobrevivió en tierra extraña y que hoy está a punto de desaparecer.
Tres investigadores cubanos han desenterrado su historia Cada uno —por su cuenta—, aporta información sobre la presencia de los mayas en Cuba Ellos son:
—Ramón Artiles Avela, promotor de la dirección de Cultura de la Provincia Habana, quien dice llevar seis años recolectando datos para explicar la presencia maya en la isla
—Jaime Sarusky, investigador del tema, cuyo estudio fue publicado en la revista Bohemia, en agosto de 1983.
—Juan González Díaz, presidente del Centro de Documentación del municipio de Nueva Paz, en la Provincia de La Habana, quien ha enviado cartas y proyectos a las autoridades mexicanas de cultura pidiendo ayuda para evitar que se pierda en Cuba la huella de los mayas
En Cuba los indígenas eran bien aceptados: como esclavos. Según los archivos del Gobierno General, Juan Saldívar y Pedro A Morales y Sotolongo solicitaron permiso el 5 de diciembre de 1855 para introducir 200 yucatecos a la isla con el fin de utilizarlos en el cultivo de la caña También el rector del colegio de Jesuitas de La Habana pidió permiso, el 29 de mayo de 1860, para importar doce indios de Yucatán para el servicio doméstico Inclusive José Zorrilla, el autor de Don Juan Tenorio, se asoció en 1859 a Cipriano de las Cásigas —hijo de un conocido traficante de negros— para importar indígenas Sólo que Cipriano de las Cásigas murió en una epidemia de fiebre amarilla que azotó entonces a La Habana y el negocio no prosperó. Vendidos como esclavos por Santa Anna, los mayas cubanos que se dicen “mexicanos” y se reconocen “revolucionarios”, en extinción.
En 2015 conocimos el reportaje titulado “Comunidad maya en Cuba redescubre sus orígenes. Descendientes de yucatecos radicados en el occidente de la isla se organizan para volver a conectar con las tradiciones perdidas” de la Redacción IPS Cuba , del 7 de octubre de ese año, y nos enteramos que la presidenta de la Asociación Cultural Maya-Yucateca y Amigos de Madruga, Deysi Chusco, es la encargada de coordinar las acciones de rescate de la memoria histórica de esa comunidad. En una entrevista dijo: “En mi familia crecimos sabiendo que mi abuelo había venido de México, pero nunca escuchamos la palabra yucatecos hasta que comenzamos en la escuela y muchas personas nos llamaban así de forma despectiva”, recordó.
Cerca de 200 descendientes de yucatecos viven en Madruga, municipio de la provincia de Mayabeque, que colinda con esta capital (La Habana). Pero solo hace muy poco comenzaron a descubrir y hurgar en sus raíces mayas. Con la ayuda de la embajada de Guatemala en La Habana y el apoyo de las autoridades locales, la comunidad intenta conectar con sus orígenes e impulsa un proyecto encaminado a rescatar y preservar sus tradiciones.
De acuerdo al censo más reciente, los descendientes de mayas yucatecos viven en Madruga, Güines, Aguacate, Canasí, Nueva Paz, Los Palos y Melena del Sur (localidades de la provincia de Mayabeque) e incluso, algunos en La Habana. Los apellidos que predominan en esas familias son Chusco, Valencia, Cusán y Cao.
Finalicé diciendo q nos apasiona hablar de este tema y del levantamiento maya de 1847 y q nuestro interés es el de q se conozca más sobre nuestra historia regional, sobre el origen del estado de Quintan Roo, recalqué la importancia de q los niños y jóvenes conozcan sobre este tema en especial y procuremos q algo tan cruel e inhumano no ocurra nuevamente. Chen lelo’
FOTOS DE CRISTIAN POOT Y ÁNGEL SULUB