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EL PATRIMONIO HISTORICO – CULTURAL DE CARRILLO PUERTO

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Por Carlos Chablé Mendoza
Cronista de la Ciudad


El patrimonio histórico-cultural de una ciudad está constituido por todos aquellos elementos y manifestaciones tangibles o intangibles producidas por la sociedad, resultado de un proceso histórico en donde la reproducción de las ideas y de lo material se constituye en factores que identifican y hace diferente a esta ciudad de las demás. Así, en Carrillo Puerto, la antigua Noj Kaaj Santa Cruz, tenemos entre otros sitios importantes: el santuario de la Cruz Parlante, la iglesia Báalam Naj, la capilla del general Francisco May, los edificios que hoy conocemos como la Casa de la Cultura y el ex internado para indígenas Gral. Lázaro Cárdenas.

Hace unos días, el viernes 24 por la tarde para ser exactos, luego de la entrega de pianos que hizo el secretario de cultura Manuel Valencia al taller de música, le preguntamos al presidente municipal Valfre Cetz Cen si sabía qué había pasado con una docena de piedras cilíndricas antiguas que desaparecieron de los sitios en los que estábamos acostumbrados a verlas en el frente de la Casa de la Cultura y del ex internado. Nos dijo que apenas se había enterado por medio de la radio y que lo estaba comprobando al asistir esa tarde al recinto cultural. No se preocupen, voy a investigar qué sucedió con las piedras pues aquí tenemos vigilancia y nos deben informar, aseguró el alcalde.

Confío en que pronto los carrilloportenses interesados en nuestro patrimonio cultural sabremos del paradero y por qué no, hasta podremos ver de nuevo en su sitio los enormes cilindros de piedra labrada de tal vez unos 300 kilos peso cada uno. Estas piezas eran partes originales de ambos edificios cuya construcción iniciaron en 1858 los mayas rebeldes utilizando mano de obra de los prisioneros capturados en sus incursiones guerrilleras contra poblados de Yucatán. Estos dos edificios y la iglesia conocida como Báalam Naj, que alojó a la santísima Cruz hasta 1900, se terminaron de construir en 1860 durante el liderazgo del general maya Bernardino Cen.

Aun quedan en esta área principal del centro de la ciudad algunas piedras labradas y pilastrones así como un pedazo de la locomotora del ferrocarril militar que unía el puerto de Vigía Chico con Santa Cruz y últimamente estamos empeñados en vigilar que sigan ahí en tanto no nos indiquen que serán removidos para un mejor propósito.

Aprovecho para informarle que, según el antropólogo Mario Collí Collí, lo que conocemos como Casa de la Cultura fue casa del general maya Venancio Puc hasta 1862 y sede del segundo gobierno de la antigua Noj Kaj Santa Cruz Balam Naj. Ahí castigaban a mujeres y hombres capturados en Yucatán cuando desobedecían la ley de este pueblo sagrado. Cuenta que era el sitio en el que por las tardes se reunían los comandantes con el general Puc para evaluar los acontecimientos del día y tomar decisiones bélicas. Era un lugar estratégico por ubicarse cerca de la iglesia Báalam Naj en donde los mayas realizaban sus guardias a la Tres Cruces hasta 1900; de 1901 a 1912 fue usado por el Gral. Ignacio Bravo como base militar. Todos estos edificios mencionados, el del Conalep y las instalaciones del Consorcio Chiclero estaban cercados por un fuerte y alto muro. Los pilastrones de piedra genuina y los arcos al estilo colonial parecidos a los de las construcciones de Yucatán hacen pensar equívocamente, a los que desconocen esta parte de la historia regional, que se trata de edificios coloniales.

En 1974 los integrantes del grupo “Cuña” de pintores, escultores y grabadores de México establecieron en la vieja casona abandonada la que denominaron como “Centro de Recreación de Arte” ; en 1980 pasó a ser “Casa de la Cultura Popular” ; el 19 de octubre de 1987 se le denominó Casa de la Cultura Popular “Jorge Antonio Corona Noriega” como homenaje a su promotor y fundador; fue en 1992 cuando el gobierno del Estado inició los trabajos de rescate, remodelación y ampliación del edificio y el 21 de marzo de 1993 se inauguró con el nombre de Centro Cultural “Chan Santa Cruz” aunque los carrilloporteneses hemos preferido llamarle siempre “Casa de la Cultura”.

El concepto de Patrimonio Cultural incluye no solo los edificios, monumentos y manifestaciones del pasado sino también lo que se llama patrimonio vivo; las diversas manifestaciones de la cultura indígena y popular, las poblaciones tradicionales, en nuestro caso la lengua Maya, la indumentaria, los conocimientos, valores y costumbres características de esta cultura. Nuestro patrimonio intelectual lo constituyen las creaciones de la mente como la literatura, la religión, los ritos y la música, así como los patrones de comportamiento y la cultura que se expresa en las técnicas, la historia oral, la música y la danza. Así que el patrimonio es el producto de un proceso histórico y la información es un componente esencial del patrimonio, por eso me animo a escribir estas líneas y aprovecho para comentar algo que presencié también el pasado viernes 24 de abril durante la enésima presentación del libro “Tulum, altar de una raza” de Artemio Kaamal.

Primero le diré que la interpretación hecha por la joven Abril Navarro Favela de los textos del polémico autor, fue simplemente exquisita, de una finura y seguridad envidiables. Como dijo el conductor del programa realizado precisamente en el Santuario de la Cruz Parlante, sus maestros Azael Nahuat y don Fausto Esquivel presentes en el evento, pueden estar orgullosos de haber contribuido a la formación de esta declamadora que reúne para su fortuna belleza y capacidad.

Bueno, todo hubiera estado bien sino fuera por la repetición de errores que creíamos se habían asimilado, aprendido de ellos y quedado en tiempos pasados.

Los dignatarios mayas son precisamente los guardianes del Patrimonio Histórico-Cultural de Carrillo Puerto y los que sostienen el Santuario de la Cruz como su centro ceremonial, tienen pues una responsabilidad mayor que todos debemos de respetar. Haber hecho la presentación sin la anuencia de los dignatarios y sin la autorización previa del general Isabel Sulub fue un acre error. Por ello el mencionado jefe maya, responsable del sitio sagrado, no tuvo freno alguno para manifestar su negativa cuando se le pidió acompañar a Kaamal Hernández en la entrega de un reconocimiento al secretario de cultura Manuel Valencia durante dicho evento.E incluso el general dio sus razones: no me invitaron, llegué por casualidad. Y es que además pudimos enterarnos de que días antes, durante el primer informe del gobierno municipal, fue victima de una afrenta a su investidura de principal maya al no ser presentado como otros dignatarios y debo decirle que igual suerte corrió en la ceremonia de dicho informe municipal el general Jacinto Pech quien tiene asiento principal en X-cacal Guardia.

Estos dos hechos que comento con usted, buscan llamar la atención de los responsables de la política cultural que se aplica en el estado y en especial en Felipe Carrillo Puerto nombrada solemnemente Capital de la Cultura Maya de Quintana Roo, y en el sentido de que el Patrimonio Histórico-Cultural es resultado de un proceso y obra de hombres y mujeres, de que sus actuales guardianes merecen respeto y consideración, ser vistos como sujetos y no como accesorios de eventos, que deben recibir información previa para consensar si se hace o no algo en su Santuario, si se mueve o no a un sitio diferente los elementos de su ciudad, y debe ser así porque el Patrimonio Histórico-Cultural es nuestro, así de claro y sencillo, no de algún funcionario ni de políticos.

Fuentes: -La guerra de castas de Yucatán. Nelson Reed, 1993
-Enciclopedia de Quintana Roo Tomo III, 1998
-Vida y muerte de Bernardino Cen. Paul Sullivan, 1998
-Efemérides de Felipe Carrillo Puerto. Carlos Chablé M. (libro en preparación) 2009.
-Reseña de la Casa de la Cultura de Felipe Carrillo Puerto, Antrop. Mario Baltazar Collí Collí
-Patrimonio histórico-cultural. Prof. Lic. Guillermina Fernández, Prof. Lic. Aldo Guzmán Ramos, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.


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