
Carlos Chablé Mendoza
El VI Encuentro Regional de Cronistas e Historiadores de Yucatán, se realizó del 1 al 3 de mayo en el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida. Comparto con ustedes lo que expuse en las mesas 1 y 4. En la primera el tema fue “Repensar la historia peninsular” y expuse lo siguiente:
De manera acertada se mencionó durante la presentación de este Encuentro en una rueda de prensa, que la crónica es una “herramienta de memoria colectiva”.
Los cronistas no solo narran los hechos del pasado y registran los del presente, como los historiadores, debemos analizar y ofrecer una guía para el presente y el futuro, algo muy pertinente y necesario en la actualidad ya que la memoria e identidad peninsular se debilitan.
Entre tantas situaciones que pueden explicar esta debilidad esta la falta de un modelo educativo pertinente, en donde se de importancia fundamental a la lengua y cultura maya peninsular, como base de nuestra identidad, además de los otros temas del acervo cultural universal. O sea, que es importante conocer idiomas, arte y cultura, historia de otras regiones del mundo, pero que estas sean abordadas y aprovechadas, en la formación educativa básica y superior, a partir de nuestra identidad peninsular.
Así que en este sentido hay que repensar nuestra historia, diría también que al hacerlo la revisemos de manera crítica, sin olvidar que esta se escribe generalmente desde espacios del poder dejando de lado el punto de vista, las versiones distintas y la misma historia oral de los descendientes de los pueblos originarios.
En la tarea de repensar y revisar para mejorarla, hay que acordar como transmitirla mejor e incorporar lo que falta, debemos publicar los resultados, intercambiar la información, reflexionar en nuestra asociaciones y organizaciones culturales y lingüísticas a las que pertenezcamos. Involucrar a las instituciones pertinentes y a la sociedad en esta iniciativa, resulta fundamental, y en especial atraer a las juventudes estudiosas.
El uso de las redes sociales es vital en estos tiempos y hay que hacerlo como se dijo ayer con una “mirada crítica y documentada que ayude a rescatar la historia cotidiana de nuestras ciudades y comunidades”.
En la siguiente mesa titulada “Cronica e historia. La crónica como metódo historiográfico” (Mesa 4) expuse que la importancia de establecer sinergias entre cronistas e historiadores .
El tema de esta mesa es particularmente especial y conviene reflexionar acerca de lo que es la historiografía o cómo se entiende.
Según el diccionario:
Es el estudio bibliográfico y crítico de los escritos sobre historia, sus fuentes, y de los autores.
Esta disciplina debería cultivarse en las juventudes estudiosas, deberia hacerse desde la educación básica como parte de un modelo educativo con pertinencia lingüística, cultural, de genero y diversidad.
Es evidente que entre quienes se dedican a la crónica hay limitantes o discapacidades para realizar su labor con esa perspectiva, con pertinencia cultural diría, porque esta lo engloba todo.
Algunos llegamos a las propuestas de repensar y revisar la historia de manera autodidacta, en nuestra labor diaria desde el periodismo cultural practicamos y desarrollamos ese metódo historiográfico.
Debemos continuar haciéndolo, afinándolodo, mejorando el método, sabiendo, o aspirando, a que nuestros libros seran revisados con el mismo sentido crítico por jóvenes nuevos cronistas e historiadores.
El método, el modo de proceder que se tiene para analizar, observar, leer entre líneas, debe llevarnos a conocer las razones o motivos que tienen otros para escribir de determinada manera la historia y el sentido que le dieron.
Asi, de esta manera, contribuimos a terminar con los dogmas que han hecho tantísimo daño.
Sugiero entonces, promover la formación de juventudes en la crónica como un método en el sentido que he expresado, en el que se puedan explayar revisando la historia impuesta desde el poder, hacerlo de forma crítica, dando lugar a otras versiones, otra historia en la que todos nos veamos representados, los pueblos originarios, sus descendientes, las mujeres, la diversidad.
Así , acabaremos con dogmas al contar o escribir historia. Nada mas terrible para un cronista que contribuir a la permanencia de dogmatismos y favorecer a visiones únicas, arbitrarias, permeadas por el racismo, el patriarcado.
Caminar en este sentidon podría ser parte del resarcimiento que todavía se les debe a los pueblos, tras siglos de colonialismo y discriminación en la península de Yucatán.
Durante la conferencia impartida por el cronista de Cancún Fernando Martí, tuve oportunidad de proponer la realización de un coloquio acerca de la identidad peninsular.
Nuestras participaciones, como las de los demás cronistas de Yucatán, Campeche y Chiapas serán publicadas en una memoria según informó el doctor Miguel Vera Lima, cronista de Izamal y uno de los organizadores del VI encuentro.
Aprovecho para desear la pronta recuperación del arquitecto Carlos Cosgaya Medina, presidente de la Asociación de Cronistas e Historiadores de Yucatán, quien no pudo estar presente en este encuentro por problemas de salud.